FC Barcelona consiguió una gran victoria ante el PSG de Kylian Mbappé
En un partido lleno de ocasiones para ambos cuadros, el FC Barcelona venció con un justo 3-2 al PSG, resultado que aún deja la llave abierta.
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Tras 4 años de ausencia en los cuartos de final de la Champions League, el FC Barcelona volvió por la puerta grande. A pesar de que un 3-2 a favor de los azulgranas no quiere decir que la llave está cerrada, las conclusiones para el equipo de Xavi Hernández son positivas en mayor medida, si se compara con las de los dirigidos por su compatriota Luis Enrique.
Las luces diurnas de Paris cayeron sobre Raphinha: el atacante brasileño fue el encargado de destapar el marcador a los 37 minutos del primer tiempo. Un traslado desde la mitad de la cancha por Robert Lewandoski derivó en un centro de 3 dedos desde la zurda de Lamine Yamal. La salida y despeje Gianluigi Donnarumma le dejó el rebote al jugador culé, quien resolvió y adelantó.
La respuesta del conjunto dirigido por Luis Enrique llegó saliendo de los vestidores. En 3 minutos, Ousmane Dembélé perforó el arco con un zurdazo, mientras que, tan solo un par de minutos después, el portugués Vitinha ponía de cabeza todo el Parque de los Príncipes.
Hasta ahí iban solo 5 minutos de la segunda parte. Los azulgranas demoraron en recuperarse de dicho golpe. Un cabezazo fallido de Lewandowski no estimuló el juego de creación en la media zona hasta la entrada de Pedri y Joao Félix a la cancha (61′)―ambos ingresaron por Sergi Roberto y Lamine Yamal, respectivamente―.
En los 29 minutos que estuvo en la cancha, el mediocampista tardó 60 segundos para volver a dar una asistencia. La insitencia del brasilero devino en precisión y, con base en una definición mayúsucula, encajó el 2-2.
El remate del portgugués fue el anuncio preliminar de que el desenlace tenía origen en la banca. Andreas Christensen selló de un cabezazo en solitario (77′) la alegría blaugrana, el regreso a una victoria con una sonrisa.
Kylian Mbappé no apareció, pero el Barza acudió a la primera cita con la seguridad del buen trabajador, y fue precisamente ese sentido de equipo el que se evidenció en el terreno y, felizmente para Xavi, en el marcador.
